Mario Alonso Puig nos propone esta imagen de la conciencia.
Imaginemos que somos olas. Una ola que tiene un nivel de conciencia elevado, sabe que está hecha de mar. Al ver otra ola, más ancha, más alta o más baja, la reconoce como algo que es de su misma naturaleza. Pero si la ola se ha olvidado de que está hecha de mar, sólo se fijaría en la forma, y se consideraría diferente y separada de las otras olas. Así surge la creencia en el ego. Que lleva al distanciamiento de los demás, a lo que llamamos egoismo.
La mente es semejante al océano. En la superficie es agitado pero en la profundidad es tranquilo. A la profundidad de la mente se la denomina el ser. Es la esencia de todas las cosas. La energía de la que formamos parte. Es la realidad absoluta. La superficie de la mente es el ego. La identificación del yo físico, el emocional y el intelectual. Una construcción ficticia que se siente separada de lo demás, pero que está condicionada por la familia y la sociedad. No siente conexión interior con ningún otro ser. Vive en un mundo hostil, rodeado de otros egos amenazantes de los que se defenderá o que intentará utilizar. El ego experimenta el miedo y la carencia que intenta compensar con el poder o la riqueza. Las estrategias del ego pueden ser muy sofisticadas, pero no resuelven los problemas. El ego mismo es el problema. Realmente no existe, sólo es una crencia. Da lugar a una existencia dual. Cuando se vive desde el ego no somos, vivimos en una ilusión.
Para vivir en la realidad debemos vivir desde el ser. Estar en el aquí y en el ahora nos permite fluir. Eres uno con el todo, no hay ilusión ni sufrimiento. Te parece que lo que ocurre está bien. Esto es la iluminación. La iluminación exige meditación y autoindagación constantes.
Al vivir desde el ego no aceptas lo que se te ha dado y no eres feliz. Deseas que tu vida sea diferente y eso crea sufrimiento. El ego gobierna nuestra vida. Cuanto más identificados estemos con el ego mayor será nuestro sufrimiento.
Al vivir desde el ego no aceptas lo que se te ha dado y no eres feliz. Deseas que tu vida sea diferente y eso crea sufrimiento. El ego gobierna nuestra vida. Cuanto más identificados estemos con el ego mayor será nuestro sufrimiento.
Borja Vilaseca analiza el ego.
La sociedad fomenta el ego, Esto crea insatisfacción e infelicidad, que resolvemos farmacologicamente. Somos un gran teatro de máscaras se comunican superficialmente entre si. Nuestro máscara nos permite esconder nuestras debilidades y miedos, que nos harían vulnerables ante los demás.Confundimos bienestar y "bien tener"
También confundimos religión y espiritualidad
También confundimos religión y espiritualidad
RELIGION para los que tienen miedo de ir al infierno. El infierno es la saturacion de ego, no hay ninguna luz, no hay salida, sólo vacio. Dios esta hecho a imagen del ego.
ESPIRITUALIDAD para lo que ya han estado en el infierno
El ego quiere sobrevivir en la iniciación espiritual, el ego espiritual es el ultimo obstaculo. La espiritualidad puede servir para sentirnos superiores, para dominar a los demás, para buscar la riqueza material...
Una vez que entras en el viaje espiritual del autoconocimiento ya no hay ninguna meta, se trata de disfrutar del camino
ESPIRITUALIDAD para lo que ya han estado en el infierno
El ego quiere sobrevivir en la iniciación espiritual, el ego espiritual es el ultimo obstaculo. La espiritualidad puede servir para sentirnos superiores, para dominar a los demás, para buscar la riqueza material...
Una vez que entras en el viaje espiritual del autoconocimiento ya no hay ninguna meta, se trata de disfrutar del camino
En elaboración
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