CAOS Y CREACIÓN

"No sé trata de esperar a que pase la tormenta, se trata de aprender a bailar bajo la lluvia."

El Universo tiende al caos, a la confusión, al desorden, al aumento de entropia.

El orden emerge a pesar del caos.
La vida se abre camino.
Tiene tendencia a permanecer.

Los seres vivos parecen invertir la entropía, toman energía caótica y la convierten  en complejos químicos organizados (fotosíntesis), en más seres vivos (reproducción) e incluso en órganos muy complejos (cerebros).

Una simple hormiga supone la organización de millones de células y componentes químicos.

El Universo nos envía caos y nos obliga a buscar un orden superior.

Cuando el caos satura un sistema se llega al punto de bifurcación.

La destrucción o un nuevo orden.

Ciertos conceptos nos permiten asumir el cambio, el caos.

El exceso de control bloquea las posibilidades del sistema de adaptarse a situaciones nuevas. El orden es el intento de que todas las piezas encajen entre si. Para ello debemos separar los elementos incompatibles. La realidad es un puzle, para montarlo separamos las piezas según su color, pero luego debemos unirlas y podemos alcanzar un orden superior, donde todo está integrado. 

Nuestra mente puede ser muy caótica. 

Paul MacLean, médico y neurocientífico norteamericano (1913-2007) desarrolló en la década de 1950 la teoría del cerebro triuno, también conocido popularmente como la teoría de los tres cerebros.

Las especies animales surgimos de una especie primitiva de la cual hemos evolucionado, esta especie de animales primitivos eran los reptiles. Es por ello que la parte del cerebro presente en todos los animales es llamada cerebro reptiliano y se encarga de los instintos más básicos. 

Pero los humanos, además de este cerebro intuitivo y primario disponemos de dos áreas más que nos permiten ser más inteligentes y evolucionados.

El cerebro límbico o mamífero, que compartimos también con la mayoría de mamíferos.

Y el neocórtex o cerebro humano. Este último es prácticamente exclusivo de la especie humana, hay animales que lo poseen de forma poco evolucionada y no alcanza al desarrollo que alcanzó el nuestro, hace ya unos 150.000 años con el homo sapiens-sapiens.

El primer y el segundo los agruparemos en el llamado cerebro emocional inconsciente, y el tercero, lo llamaremos cerebro racional consciente.

Los tres cerebros se desarrollaron en forma de capa uno por encima del otro. MacLean postulaba la interacción entre diferentes partes del cerebro, los tres cerebros están interconectados a nivel neuronal y bioquímico y cada uno controla distintas funciones de nuestro cuerpo.

Pero cada parte del cerebro puede entrar en conflicto con las demás. Dando lugar a un conflicto interno o una neurosis. En los animales este tipo de conflictos son poco frecuentes. En muchos casos se producen por el contacto con los seres humanos o al ser criados en cautividad. 

Lograr que los tres cerebros funcionen armónicamente es la clave del éxito y la felicidad. Esto significaría usar nuestro cerebro al 100%. Para conseguirlo la parte inconsciente no debe subordinarse a la parte consciente. Debemos subordinar nuestra consciencia al inconsciente. Esto nos puede hacer entrar en conflicto con los demás.

sistemas dinámicos complejos
autoorganizados









DIEGO DREYFUS
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