domingo, 5 de enero de 2020

NIETZSCHE

 

Nietzsche se opone frontalmente a la idea de Dios. 
Porque nos lleva a rechazar este mundo cruel y a refugiarnos en un mundo ideal trascendente.
Nos permite rechazar la vida, lo que nos hace llevar una existencia disminuida, enfermiza.

"Con esto tienen los filósofos su estupendo concepto «Dios»... Lo último, lo más tenue, lo más vacío es puesto como lo primero, como causa en sí, como ens realissimum [ente realísimo]... ¡Que la humanidad haya tenido que tomar en serio las dolencias cerebrales de unos enfermos tejedores de telarañas! -¡Y lo ha pagado caro!..."

"El hombre ha construido una cúpula conceptual infinitamente compleja sobre cimientos móviles, como agua en movimiento. La construcción es como una tela de araña, fina para ser transportada por las olas, consistente para no ser dispersada por el viento. El hombre está arquitectónicamente muy por encima de la abeja, ésta utiliza la cera que encuentra en la naturaleza, el hombre utiliza conceptos, que previamente tiene que fabricar él mismo."

Toda palabra se convierte en concepto desde el momento en que deja de servir para la vivencia original, única e individualizada, a la que debe su origen. Se pretende que el concepto sirva para expresar o significar una multiplicidad de realidades individuales que nunca son idénticas. Por ejemplo, el concepto de hoja se ha formado prescindiendo arbitrariamente de las diferencias individuales. De esta forma surge la idea de hoja como si en la naturaleza hubiera algo fuera de las hojas.

La verdad entonces no es más que un conjunto de generalizaciones, ilusiones, que el uso y la costumbre han venido imponiendo y cuya naturaleza hemos olvidado.

"Metáforas ya olvidadas que han perdido su fuerza sensible, monedas que han perdido su imagen y que ahora entran en consideración como metal, no como monedas".

El cambio queda fijado en el concepto que la costumbre convierte en inmutable.
Gracias a la abstracción podemos hacer frente al cambio que nos arrastraría de intuición en intuición. La abstracción nos permite crear un orden piramidal, un mundo nuevo de leyes, privilegios, subordinaciones y sobretodo límites, mundo totalmente contrapuesto al mundo primitivo.

Nietzsche exalta el poder de la imaginación metafórica. La metáfora integra una diversidad sin caer en el dogmatismo porque se mantiene siempre abierta a la realidad, y no es simplificadora como ocurre en el modelo conceptual. La metáfora es una máscara o filtro que nos permite ver el mundo de un modo determinado, suprime unos hechos y pone de relieve otros. El filósofo dogmático ha confundido la máscara con el rostro y usa el concepto que simplifica y bloquea la visión del devenir de la realidad.

El olvido de la naturaleza metafórica del concepto lleva a recortar la esencia de la cosas. La tradición occidental ha supuesto que el concepto no recorta arbitrariamente las articulaciones de la realidad, por el contrario afirma que las formas en las que se distribuye la realidad se corresponden exactamente con nuestros conceptos. Por tanto la realidad es tal como la pensamos. Nietzsche niega que con los conceptos aprehendamos la verdadera realidad del ser, que es devenir y cambio. A través de las palabras y de los conceptos no se llega nunca a penetrar el fabuloso origen de las cosas. Existiría la Verdad si fuese posible una percepción exacta, pero esto es imposible. Sólo es posible un comportamiento estético que se sabe creativo y efímero.

Nietzsche rechaza la cultura griega desde el momento en que empieza a darle más importancia a la razón. Concretamente con Sócrates y Platón. Platón introduce la idea de un mundo perfecto, eterno e inmutable. Pone a la Idea de Bien como el fundamento de este mundo. Posteriormente se identíficará la Idea de Bien con Dios, y el mundo de las Ideas con la mente de Dios.

El cristianismo lleva hasta el final el desprecio por la vida iniciado por la filosofía platónica y su superación es necesaria para la aparición del superhombre.

La exaltación de la idea de Dios, desemboca en el nihilismo. 
El nihilismo significa que los valores supremos han perdido validez. 
Todos los valores de la cultura occidental son falsos valores, son la negación misma de la vida, La cultura europea ha llegado a la decadencia total, al nihilismo. Este es el nihilismo pasivo. 

El nihilismo activo es una fuerza violenta de destrucción. Los valores no se derrumbaran solos, sino que seran destruidos directamente por la voluntad de poder. Esta es la condición para que, a continuación, la voluntad de poder cree valores nuevos.. “Dios ha muerto” significa que los hombres viven desorientados. Que se superará con la “transmutación de todos los valores” . Lo que significa invertir la moral tradicional y crear una nueva tabla de valores en la que estén situados los que afirmen la vida. Esta tabla se basará en la idea del eterno retorno de lo igual.

El eterno retorno es la fórmula suprema de fidelidad a la tierra. El eterno retorno simboliza, en su eterno girar, que este mundo es el único mundo (una historia lineal conduce hacia «otro» mundo); además afirma que todo es bueno y justificable, puesto que todo debe repetirse del mismo modo. 
Toda huida a otro mundo es una pérdida de realidad. Por tanto hay que permanecer fieles a la tierra. 
La imagen de un mundo que gira sobre sí mismo, pero que no avanza como una peonza, es la imagen de un alegre juego cósmico, de una canción de aceptación de sí mismo, de bendición de la existencia. Este concepto aparece en la mitología y en los presocráticos, y se opone a la concepción lineal del tiempo, propia del cristianismo.

La muerte de Dios, puede engendrar: por una parte, al superhombre pero, por otra parte, es también la condición de la aparición del último hombre
Este último, es ese «pulgón inextinguible» que es el más duradero y el más despreciable, aquél que se contenta con un mero pragmatismo, el que ha sustituido a Dios por su comodidad, el que ya no es capaz de despreciarse a sí mismo y cree que ha inventado la dicha; un hombre cuya vida, sin Dios, carece de sentido, y que representa la ruina de la civilización y es la culminación de la decadencia. 
Todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere abandonar lo valores del pasado y dar un nuevo sentido a la humanidad.

Ya me he dado cuenta de que hay una infectación. Allí donde miro no hay más que fango poco evolucionado, subdesarrollado y apenas consciente. Totalmente convencido de su propia superioridad, mientras corretea por su corta y penosa vida. MEN IN BLACK



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